Bond le sigue la pista a Le Chiffre, que es un banquero de terroristas de todo el mundo, y para detenerlo y desmantelar la red terrorista, debe derrotarlo en una partida de póquer con apuestas altas en el Casino Royale. En esta misión le asignan a una hermosa oficial del Tesoro para que vigilara el dinero del gobierno, en un principio se mostró molesto por el hecho, pero tras una serie de sucesos se hace inevitable una atracción mutua que marcará la vida de Bond para siempre.