¿Homenaje a los clásicos musicales de Hollywood?

La pregunta del título parece ser que tiene una respuesta afirmativa para este filme e incluso arranca con un reconocimiento al viejo Cinemascope. Tiene muy buenas coreografías defendidas por excelente cuerpo de baile, arranca con un número en un embotellamiento de tránsito bailado y fotografiado en gran forma con cámaras aéreas (en un foro que parece exterior verdadero, fuera del estudio) y sigue con estupendos cuadros cantados, bailados e interpretados, mucho brillo, mucho color, mucha alegría y un historia simple y bien contada que es nada más que la excusa para presentar un espectáculo musical.

Ahora bien, ¡ay la música y las canciones! No son malas y están bien interpretadas pero, en lo que me es personal, terminé de ver esta película y no recuerdo una sola melodía, un tema, una canción un cuadro que merezca ser tarareado. En el género musical es, eso creo yo, muy importante la existencia de por lo menos un "leiv-motiv", ese toque que se repite y define a la obra en su conjunto y que luego queda en el recuerdo (ejemplos: Cantando Bajo la Lluvia, Leven Anclas, My Fair Lady, Cabaret, New York New York, o elige tú cualquier musical que te haya gustado). Aquí falta por lo menos una canción pegadiza.

Por mi edad (tengo problemas de próstata) a los 20 minutos me vi obligado a salir de la sala para ir al sanitario y también por la edad (soy un docente jubilado) me vi obligado a entrar nuevamente para darle sentido a la fortuna que en mi país significa pagar por una entrada al cine.

No es una mala película, pero yo la vi y fue como tomar una cocacola, cuando se terminó... a otra cosa. Cada quien verá cómo le pega, pero sin dudas que ni de lejos se acerca a la magnífica "Whiplash" que también fue dirigida por este director.