Melodrama: el drama al borde de la desesperación

Lo verdaderamente importante es que las barbaridades narradas por Christina Crawford (quien también se convirtió en actriz) son tan crueles y diabólicas que por sí mismas son un bocatto di cardinale para construir un melodrama de aristas tensadas al máximo de la exageración.

El libro fue conocido por Joan antes de su publicación y ello provocó que desheredada a su hija mayor y también a Christopher. Las razones de haberlo hecho también con el varón nunca pudieron ser aclaradas. Asimismo varios testimonios de gente allegada a la Crawford como sus propias hijas pequeñas (las mellizas), ex parejas de la diva, personal de servicio y asistentes coinciden en que Joan Crawford tenía un carácter podrido (si se me permite la expresión rioplatense) pero no era en modo alguno golpeadora ni abusadora psicológica.

La prensa amarilla se regodeaba en hacer inventarios con la cantidad de mujeres que compartieron su lecho incluyendo a la mismísima Marilyn Monroe, y a casi toda la farándula (especialmente femenina) de Hollywood. De igual manera resaltaban su personalidad endiablada y las disputas y rivalidades con otra grande de la actuación: Bette Davis. Como siempre los medios se alimentan de las miserias humanas y no escatiman en la invención para aumentar las ventas y las audiencias.

Es la propia autora de estas infames memorias en las que se basó Frank Perry para realizar Mommie Dearest, quien se ha encargado, año tras año, en incrementar el número de páginas de su libro adicionando insanías de su madre y eliminando otras líneas originales en ocasión de cada re-edición. El negocio redondo: seguir eternamente sumando capítulos a un melodrama sin fin al mismo tiempo que redoblando el ingreso de dólares.

Fueron mucho los años en que Mommie Dearest fue galardonada con los premios Razie a peor drama, lo que en definitiva se ha convertido en un verdadero galardón. En el mundo hispanohablante fue exhibida como Mamita Querida (también como Queridísima Mamá) y la interpretación de Fay Dunaway está a la altura del personaje recreado

Esta película, sin ser nada del otro mundo, tiene los condimentos necesarios para que acá en el sur de América preparemos el mate y en otras comarcas se hagan estallar las palomitas de maíz para hacerse una panzada de muy buen, entretenido y apasionante melodrama.