Cuando sus dos hijas se cruzan con una banda violenta, el director de instituto Jefferson Pierce no tiene más remedio que volver a usar los poderes que había abandonado.

La enemistad entre Jefferson y Lala crece mientras un exalumno busca ayuda para rescatar a su hija de manos de la banda. Anissa está desconcertada con su nueva fuerza.

Mientras el reverendo Holt anima a los ciudadanos a tomar las calles para protestar, Jefferson y Gambi intentan proteger a los manifestantes de los 100.

Jefferson intenta averiguar quién está detrás de la nueva droga que hay en la calle. Lady Eve le da un ultimátum a Tobias, y Anissa pone en práctica sus poderes.

Un traje mejorado le otorga nuevos poderes a Jefferson, pero el cuerpo le pasa factura. Anissa ve lo que escribía su abuelo antes de morir.

Jefferson persiste en la implacable persecución de Tobias, que acaba con un momento clave. Anissa participa en una manifestación y Jennifer alberga dudas sobre Khalil.

Mientras la policía investiga la incursión en el laboratorio, Lynn y Jefferson discuten el futuro de Anissa. Gambi se asocia con Lady Eve para enviar un mensaje a Tobias.

Jefferson y Anissa, que ignoran las súplicas de Gambi, quieren limpiar el nombre del Relámpago Negro. Lynn y Jennifer, cada una por su lado, descubren algo sorprendente.

Jennifer trata de adaptarse a su nueva realidad. Jefferson y Anissa descubren la conexión entre la investigación de Alvin y la luz verde. Henderson cambia de bando.

Mientras Anissa visita un laboratorio secreto vinculado a una ola de desapariciones, ocurre otro secuestro en Freeland. Gambi afronta un asunto extenuante.

Cuando una conspiración pone a Jefferson entre rejas, Anissa y Gambi traman un plan de distracción y Henderson saca los trapos sucios de sus colegas policías.

Tobias tiene órdenes de capturar con vida a Relámpago Negro, así que trama un plan que le obligue a actuar. Khalil regresa a Freeland completamente cambiado.

El ataque en Garfield deja a la familia Pierce conmocionada. Pero con Proctor y Tobias en pie de guerra, no hay tiempo para vacilaciones.