Para coquetear con una joven secretaria, Sebastián consigue entradas para un concierto de Paul McCartney. Pero, en realidad, es su exesposa, Pilar, quien aún le intriga.

La fecha de un monólogo que Sebastián francamente no quiere hacer coincide con la de un importante juego de fútbol, y la decisión final reviste un gran significado.

Sebastián se topa con una novia de la adolescencia después de 30 años sin verse, y ella aún le guarda rencor por haber ocultado su relación.

Una vieja amiga quiere que Sebastián haga un monólogo en la fiesta de cumpleaños de su padre. Sebastián accede de mala gana..., y el desenlace es desafortunado.

Sebastián se entera de la separación de un amigo y recuerda cuando Pilar intentó convencerlo años atrás de romper la rutina de su vida íntima.

La incompetencia de Sebastián para encargarse de sus hijos pone en peligro el día libre que tanto necesita Pilar para probar cosas nuevas.

Sebastián recibe una breve visita de Gastón, su hermano, quien va de camino a Madrid, y siente la necesidad de desahogarse sobre cómo se tratan.

Antes de partir para Madrid, Gastón se opone a ver a la familia e insiste en salir a divertirse con Sebastián, incluso a pesar de su reciente emergencia médica.

Justo cuando Sebastián comprende que nunca quiso separarse de Pilar, ella lo llama con urgencia. Pero lo que tiene que contarle es lo último que él esperaba escuchar.

Pareciera que a Sebastián le llueven golpes a diestra y siniestra, todos al mismo tiempo, pero deberá decidir cuál de los cambios tiene mayor potencial.