Una nueva amenaza ocupa el vacío que dejó Fisk en Hell's Kitchen y aparece un cliente que, a pesar de su dudosa reputación, podría conducir hasta el fondo del asunto.

Mientras Murdock intenta recuperarse, Foggy y Karen protegen a un nuevo cliente que no solo está enfrentado con la ley, sino con el nuevo justiciero de Hell's Kitchen.

Cara a cara con Punisher, Daredevil es arrastrado por el dilema de la justicia por mano propia, mientras Foggy y Karen arriesgan el cuello para salvar el estudio.

Daredevil piensa cuidadosamente sus próximos pasos mientras Karen sigue el débil rastro de Punisher, acechado por una sombra de venganza y muerte.

Un viejo amor de Murdock llega a Hell's Kitchen y pone su mundo de cabeza. Karen, por su lado, sigue investigando a fondo a Punisher.

Al oponerse a la fiscalía, el futuro y el prestigio del estudio penden de un hilo, pero la justicia no se negocia. Karen habla a solas con Punisher.

Mientras el estudio afronta el juicio del siglo con un acusado que no quiere cooperar, Murdock tiene cada vez más problemas para conciliar su doble identidad.

Cuando parece que nada podría ir peor, reaparece una importante influencia para Murdock con oscuros augurios sobre el futuro de Hell's Kitchen.

Castle recibe una oferta imposible de rechazar. El futuro del estudio se escapa ante los ojos de Foggy y Murdock, pero Karen no se rinde tan fácilmente.

Murdock y Foggy quedan atrapados en el fuego cruzado. Karen usa todos sus recursos para llegar a la verdad y Daredevil busca lo mismo, pero con otros métodos.

La batalla de Punisher no da tregua y los cadáveres se apilan en las calles de Hell's Kitchen. Murdock intenta terminar el trabajo que comenzó la fiscalía.

La crisis del estudio es cada vez más grave. Karen sigue una pista que podría costarle caro. Daredevil se interna en las profundidades de la ciudad y de su propio pasado.

En el final de temporada, Daredevil encara un duelo decisivo del que no solo depende su propia vida, sino el futuro de Hell's Kitchen.