La tragedia golpea la pequeña isla paradisíaca de Saint-Marie cuando el detective Richard Poole es asesinado en la fiesta de reencuentro de su universidad. Así, llega Humphrey Goodman para remplazarle, aunque le costará tiempo ganarse a sus nuevos compañeros.

Humphrey Goodman y su equipo están perplejos por el asesinato aparentemente aleatorio de un sustituto en un set de filmación. El equipo tiene que trabajar rápido para resolver el caso antes de que el asesino vuelva a actuar y terminen con otra víctima en sus manos.

El asesinato de un gigolo local pone en contacto al detective Goodman y su equipo con la élite social de Saint-Marie. Es duro para Fidel enfrentarse a la muerte de su antiguo compañero de colegio, ya que le obliga a enfrentarse a algunos errores del pasado.

Goodman y su equipo se introducen en el mundo de los pilotos de avión y la tripulación de cabina cuando se descubre que ha sido asesinada una azafata.

El detective Goodman y su equipo se introducen en el mundo de la política, cuando al Ministro de Comercio de Saint-Marie lo encuentran muerto. De la nada, el padre de Camille resulta tener un vínculo con la víctima y se ve obligada a enfrentarse al hecho de que su padre podría ser el asesino.

Cuando se descubre a un observador de aves asesinado en la selva Saint-Marie, el equipo tiene un dilema particularmente desconcertante para resolver.

Un asesinato en una isla de una propiedad privada les supone una serie de limitaciones a la hora de investigar al detective Goodman y a su equipo debido a que se produce una gran tormenta por la noche. Así, acaban encerrados en una casa con un asesino, sin poder resolver el asesinato ya cometido.

Cuando un anciano residente en una casa de retiro parece haberse suicidado, el equipo tendrá que demostrar que fue un asesinato. Mientras, Humphrey se sorprende cuando su esposa le hace una visita inesperada a la isla sin saber por qué ha venido a verle.