Con la ayuda de la nueva agente especial Amanda Tate, el equipo investiga una brutal explosión que los deja sin su principal sospechoso.

Cuando se enteran de que un exagente del FBI está en una cárcel de Libia, Forrester y Powell inician una operación encubierta para liberarlo.

El equipo se desplaza a Mónaco para investigar el asesinato de una mujer el día del cumpleaños de su hija, y Vo empieza a ver a Raines con otros ojos.

El equipo se desplaza a Bulgaria en busca de un explotador de menores y a Raines le pica la curiosidad cuando Forrester le pide que vigile a Powell.

El equipo viaja a Viena tras la detención de un antiguo miembro del gabinete de EE. UU. sospechoso de comercializar con documentos clasificados.

El equipo se traslada a Praga para investigar lo ocurrido tras la detención de una estudiante estadounidense que dice haber sufrido abusos sexuales.

El equipo investiga si el secuestro de un menor en las proximidades de su nueva casa en la Toscana podría estar relacionado con la mafia italiana.

Jubal viaja a Budapest para ayudar a derribar al cartel responsable de la muerte de su antigua novia y Forrester se infiltra como experto en armas.

Tras la detención de un mercenario que asegura estar luchando contra el tráfico de menores en Rumanía, la investigación da un giro inesperado.

Cuando una noche loca en Ámsterdam para tres ex marines acaba con uno de ellos muerto en su habitación de hotel, el Equipo Mosca debe sumergirse en el barrio rojo para dar caza a su asesino. Mientras tanto, Tate se encuentra en un aprieto con su ex por la custodia de su hija.

Cuando un antiguo miembro del IRA con ciudadanía estadounidense recibe un disparo mientras visita Londres con su hijo, el equipo acude a investigar.

Tras el asesinato del dueño de una empresa de ciberseguridad danesa que da lugar a una filtración masiva de datos, la NSA se ve obligada a intervenir.

El equipo se desplaza a Oslo al recibir la noticia de que dos prisioneros noruegos están retenidos en Rusia.