Mike y Alison intentan que sus primeros inquilinos tengan una estancia de cinco estrellas. Los fantasmas de la peste idolatran a Thomas, para desgracia del capitán. Pat enseña a Mary las lindezas del concepto vacaciones.

Mary desvela cómo murió y sus primeros días como fantasma. Thomas rebaja su nivel de adicción a Alison. Unos amigos tientan a Mike con una idea de negocio demasiado buena para ser cierta. Kitty enseña al Capitán a vivir el momento.

Los fantasmas tratan de ganarse a Alison después de que les eche la bronca de sus vidas. Mary decide no cargar con la culpa por una vez. Alison y Mike descubren que relajarse puede ser muy estresante.

Un error obliga a Mike y Alison a celebrar una fiesta infantil de cumpleaños en la mansión. Los fantasmas se replantean el sentido de su existencia tras una inesperada pérdida, mientras Thomas y Alison intentan aportar cordura en un momento difícil.

Cuando su vecino intenta aprovecharse de su negocio, Alison recurre a las dotes de manipulación política de Julian para darle una lección. Los fantasmas compiten por ganarse la amistad de un nuevo fantasma. Mike busca en secreto nuevas formas de ocio para los inquilinos.

El negocio va viento en popa, así que Alison se propone hacer una mejora del mobiliario y manda a Mike a una casa de subastas. Pero la nueva adquisición les cuesta una discusión y lleva a Robin a revisitar un trauma de su pasado. Julian intenta demostrar que no es tan egoísta como todos piensan.