Brooke indaga en la historia de Eladio, el enfermero a domicilio, para descubrir la causa de su insomnio.

Brooke empieza a trabajar con Colin, su primer paciente pro bono, quien se muestra evasivo a pesar de su aparente entusiasmo por la terapia.

Brooke empodera a la joven de 18 años Laila, obligada a ir a terapia por su abuela, para tomar las riendas de su vida por primera vez.

Rita, una amiga cercana de Brooke, la obliga a afrontar cómo no asimilar la muerte de su padre afecta a su trabajo y a sus relaciones.

Tras hacer un pacto con Brooke, Eladio habla sobre su complicada relación con sus jefes y con su hijo Jeremy.

Tras relacionar sus perturbadores arrebatos con un arraigado sentimiento de impotencia, Brooke anima a Colin a hacerse responsable de sus actos.

Antes de que Laila desvele un sorprendente plan de futuro, Brooke comparte una experiencia traumática de su infancia para intentar conectar con ella.

Rita anima a Brooke a dejar de obsesionarse con unos remordimientos del pasado abrumadores y a seguir adelante con su vida.

A solas, Eladio se siente cómodo compartiendo todos los aspectos de su conexión con Jeremy.

Colin descubre hasta qué punto su verdadero yo no se ha desarrollado, antes de solicitar algo sorprendente para su última sesión.

Mientras Laila detalla su elaborado plan de huida, Brooke conecta su deseo de escapar con una infancia difícil y con una injusticia social.

Una mala noticia hace que Brooke pierda el control y Rita le ruega que no se desencamine.

Tras pillar a Eladio desprevenido con un análisis inesperado, Brooke habla de su futuro con Adam.

Brooke tiene dificultades para creerse lo que Colin comparte con ella en su última sesión juntos.

Una Brooke preocupada presiona a Laila para abrirse sobre su complicada visión sobre los vínculos y el futuro.

Tras arruinar sus planes, Brooke tiene claro cuál es su postura y cuál es la de Rita.

Tras contarle una importante decisión, la reacción de Brooke conmueve a Eladio.

La vida personal y profesional de Brooke chocan cuando Colin aparece en su casa sin avisar.

Laila tiene dificultades para desarrollar el sentido de la autocomprensión y Brooke utiliza una técnica única y le hace una pregunta directa.

Brooke está nerviosa mientras se prepara para una cita que ha evitado durante meses. Más tarde, debe enfrentarse a los traumas del pasado para encontrar el origen de su dolor.

A pesar de haberse librado por fin de una etiqueta que le incomodaba, Eladio tiene dificultades cuando una empática Brooke le anima a imaginarse su futuro y a olvidar las limitaciones que se ha puesto él mismo.

Brooke y Colin acuerdan las condiciones de su nueva relación laboral tras tener dificultades para progresar, pero las creencias equivocadas de Colin dejan estupefacta a Brooke.

Cuando Rhonda llega a casa de Brooke desconsolada tras la desaparición de su nieta, Brooke aprovecha la ocasión para explicarle a Rhonda cómo sus expectativas inalcanzables han marcado la vida de Laila.

Tras una autoevaluación muy necesaria, Brooke piensa en cómo unos descubrimientos sorprendentes podrían afectar a su futuro con su hijo y a su relación con Adam.