El grupo llega a Porto da Lúa, en Galicia, para investigar un supuesto milagro. Sin embargo, lo que encuentran es un pueblo dividido en el que no son bien recibidos.

Salinas tiene una visión tras hallar el cadáver de Joaquín Bustamante y le viene una revelación: el pueblo oculta secretos tan peligrosos que no sólo la misión está en peligro, también lo están sus vidas.

Nuno es ahora el principal sospechoso del asesinato de Bustamante. Su vida corre peligro. En la noche de la fiesta del pueblo, los Enviados son los únicos que pueden salvarlo. Si llegan a tiempo.

Con la alcaldesa como principal sospechosa del asesinato de Joaquín, sólo los Enviados se interponen en el camino de la Hermandad. Pero las dudas y el miedo comienzan a hacer mella en ellos.

Con Pilar libre de sospecha para la Hermandad Nuno es el culpable. Antes de aplicar su "justicia", deberán impedir que Pilar controle la pesquera. Mientras, Alba se sincera con su hija. Mala idea.

La verdadera paternidad de Xiana se hace pública. La rabia de Bernal amenaza al pueblo. Mientras, los Enviados entienden que el origen de todo está en un pasado que desconocen. Nuno es la clave.

Descubrir qué pasó la noche en la que las Tres Monjas perdieron la vista es clave. Para tener éxito los que han callado deben hablar: las Tres Hermanas, la niña que vio la agresión a Nuno y Cañola.

Todas las cartas sobre la mesa. Los Enviados intentando salir vivos de las garras de la Hermandad. Pilar jugándose el futuro del pueblo. Y Bernal a punto de perder todo por lo que tanto luchó.