Curtis acaba de recibir la negativa del banco a su petición de obtener dinero para los huérfanos de la policía. Lola, que acaba de hacer un curso de fotografía, propone hacer un calendario erótico en el que colaboren todos los policías de la comisaría para conseguir fondos con la venta del mismo.

La relación amorosa entre Mariano y Bernarda avanza con altibajos. Lo que falla entre ellos es la comunicación, sobre todo porque a Mariano le cuesta sincerarse con ella.

La aparición de Ruth en la comisaría no es muy afortunada. Se trata de una joven y sofisticada psicóloga que han contratado para ayudar a los policías con los problemas y conflictos de carácter psíquico que pudieran surgir entre los trabajadores de la comisaría.

Kike es un bromista que se pasa el día gastando bromas a sus compañeros. La última es estropearle el pelo a Curtis con un gel que le ha pasado en los vestuarios de la comisaría. Curtis está decidido a vengarse, pero no encuentra una broma lo bastante pesada.

Mariano se pasa el día lamentándose de su fracaso sentimental con Bernarda y quejándose de que su amigo no colabora en las tareas domésticas. Lucas ya no soporta más y está decidido a dejar de vivir con él.

Paco, Lucas y Mariano están decididos a evitar un golpe de estado.

Un delincuente que fuedetenido por Don Lorenzo y que acaba de salir de la cárcel dispuesto a vengarsede él, planea el falso secuestro de Sara. Mientras la joven desobedece a suspadres marchándose de acampada con Perico, el ex presidiario llama al móvil dePaco pidiendo un rescate.

Sara y Lucas parecen estar esperando con ansiedad que ella cumpla 18 años. Ambos saben que la actitud de Paco, el padre de la joven, hacia una futura relación sentimental entre ellos va a seguir siendo igual de negativa, pero algo está a punto de cambiar.

Paco y sus hombres se encargar de escoltar a un árbitro amenazado de muerte. Tras escuchar una conversación de su protegido, deducen que están planeando amañar el próximo partido de fútbol.

Paco, Lucas y Mariano están hartos de las constantes bromas de Kike y deciden gastarle una que le hace quedar en ridículo delante del comisario.

Don Lorenzo reprocha a Montoya, su hombre de confianza, que está perdiendo facultades por culpa de la relación que ha iniciado con Silvia.

Sara se queda sola durante unos minutos en la habitación donde ella y Lucas han pasado la noche. Durante ese tiempo, entra un individuo perseguido por unos matones y la joven se esconde en el baño.

Silvia miente al confesar que fue ella la que pasó la noche en el hotel con Lucas para proteger a éste y a Sara de las iras de Paco, asumiendo así el riesgo de rompercon Montoya sin motivo real.

Lucas es apartado de sus funciones por Torres, el comisario corrupto que quiere matar a Sara, la única persona que presenció el asesinato cometido por él.