Steven Avery ha terminado su condena por un delito que no cometió. Ahora intenta que se haga justicia, despertando sospechas sobre quienes lo metieron en la cárcel.

Mientras intenta emprender una nueva vida, Steven demanda a los agentes de la ley del condado de Manitowoc por corrupción en el caso.

Steven vuelve a la cárcel con una condena por asesinato, pero hay dudas inquietantes sobre cómo lo detuvieron y por qué.

Una confesión inesperada siembra la duda sobre el papel de Steven en el caso de asesinato, pero el nuevo sospechoso da versiones contradictorias de los hechos.

Empieza el juicio a Steven. Sus abogados afirman que los agentes de la ley lo inculparon a propósito y denuncian su negligencia por no seguir otras pistas del caso.

Los abogados de Steven contrainterrogan a los expertos forenses: consideran que las pruebas están contaminadas y que no hay nada que vincule a Steven con el crimen.

Continúa el juicio por el asesinato. La defensa de Steven afirma que los agentes de la ley colocaron pruebas a propósito para inculparlo.

Después de dos días de alegatos finales, el jurado se retira a deliberar. El destino de Steven depende de que crean que la policía ha obrado de mala fe.

Ha terminado el juicio a Steven, pero va a empezar otro. ¿Creerá el jurado que es más verosímil la confesión del sospechoso?

Después de los famosos juicios de Steven y Brendan, los miembros de la familia Avery luchan por arreglar sus vidas destrozadas.