El equipo se enfrenta a una misión cargada de vínculos personales para Hondo cuando investiga la desaparición de su antiguo entrenador de fútbol de secundaria.

El equipo debe trabajar codo con codo con la unidad de inteligencia contra pandillas para desenmascarar a una banda violenta que no deja ningún testigo vivo.

El equipo se enfrenta a una situación descontrolada en una cárcel, pero el peligro aumenta al explotar una bomba que libera a los presos ubicados en las celdas de máxima seguridad.

Un apagón sume a la ciudad en el caos, obligando al equipo a salir a las calles para llevar a cabo una jornada de patrulla de emergencia e investigar una amenaza terrorista.

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