Tamar Rabinyan se infiltra en el corazón de Teherán para neutralizar los sistemas de radar del ejército y permitir que la fuerza aérea israelí bombardee el reactor nuclear de Irán.

Tabrizi, un agente del Mosad, hace todo lo posible para ayudar a Tamar, mientras el agente de la Guardia Revolucionaria, Faraz, sigue el rastro de Tamar.

Tamar se esconde con su tía e intenta escapar de Irán. Faraz y Tabrizi amplían la búsqueda de su paradero.

Cuando encuentra una comuna de jóvenes opositores al régimen, Tamar se refugia con ellos y se acerca a Milad.

En una fiesta clandestina con Milad y los otros miembros de la comuna, Tamar deberá demostrar su lealtad. Faraz y Tabrizi llegan a un punto crítico.

Tamar y Milad vuelven a Teherán y chantajean a su contacto de la compañía eléctrica. Kadosh intenta convencer a Gorev para que apruebe el nuevo plan de Tamar.

El incidente en la comuna deja a Tamar destrozada. Kadosh la ayuda a recuperarse para que puedan poner en marcha la misión de la central eléctrica.

Los aviones israelíes se acercan al reactor y Tamar, Milad y Kadosh inician un plan mientras Faraz se acerca a ellos.