Elizabeth Holmes abandona Stanford para fundar una empresa emergente de análisis de sangre.

Elizabeth lleva su incipiente tecnología a los inversores de capital riesgo de Silicon Valley.

Conforme Theranos crece rápidamente, la tecnología de Elizabeth se va quedando atrás.

Elizabeth convence a Walgreens para cerrar el trato y ser socios de Theranos.

Elizabeth y Sunny se comen los sesos para encontrar la solución a sus fallos tecnológicos.

Tyler Schultz y Erika Cheung descubren un terrible secreto sobre Elizabeth y la empresa.

Bajo el profundo escrutinio, Elizabeth y Sunny se la juegan a todo o nada como medio de protección.

Elizabeth y Sunny lo pasan mal en medio de la repercusión del artículo del Wall Street Journal.