Luego de su acusación por el asesinato del anciano, Ulises es trasladado al pabellón del Willy, en donde es obligado a travestirse y pintarse, desfilando para los internos. Luego, los celadores lo golpean, y Astrada le anuncia que quedará de forma permanente en su nueva ubicación a modo de castigo. Los internos del pabellón golpean brutalmente a Parodi como bienvenida, y le exigen suministros de dinero para todos a cambio de seguridad. Lorena Rodríguez (Belén Blanco), una de las abogadas del estudio de Ulises, lo visita en el penal y le explica que ella se hará cargo de su caso, ya que poco a poco todo su entorno se está haciendo a un lado, e incluso el mismo Pablo Bisnia se ha desligado de la causa por considerarla perdida.
Lucía (Agostina Lage), la hija de 9 años de Parodi, sobrevive al choque frontal de la combi de su escuela, y su mamá Victoria (Adriana Salonia) sospecha que no se trató de un accidente. En la cárcel, el Uruguayo es visitado por su novia Gachi (Jimena Anganuzzi), embarazada, y le pide que ayude a pasar un ladrillo de cocaína como parte de un arreglo para acelerar su libertad. Ulises conoce al Perro (Alejandro Fiore), un interno fanático cristiano y fumador empedernido de marihuana, que dice ver que él “está sucio” espiritualmente. Luego de que Lorena visite a Edith (Mirta Busnelli), la madre de Gisella, se puede ver cómo la mujer habla con el espíritu de su hija, y el santuario que le ha dedicado en su dormitorio. Cuando Willy vuelve a exigir dinero a Parodi, éste lo ataca y comienza a golpearlo. Ante la insolencia de Ulises, Marmotta envía al Cabezón (Daniel Valenzuela) a enfrentarlo en una pelea con facas, hasta que lo acorrala contra una cama y lo atraviesa de lado a lado por el estómago.
Lorena visita a Parodi en la enfermería, adonde justo llega el Perro, quien acaba de cortarse las muñecas, y la observa diciendo que ella también “está sucia”. Mientras, se comienza a planear un enfrentamiento armado entre la gente de Willy y el pabellón del Turco (Pedro Segni), ya que Marmotta se llevó a uno de sus hombres para que le pinte un retrato mural. Se organiza un partido de fútbol entre ambos pabellones, que termina con un enfrentamiento con cuchillos, en el que Willy aprovecha para dispararle al Turco.
La banda de Willy es encerrada en celdas de castigo, de a pares. Mientras, el celador Galtieri (Roly Serrano) trae a su sobrino a visitar el penal, y el Chileno Ernesto es llevado para ver a su familia con la noticia de que su madre está enferma, intentando una fuga sin éxito. Mientras se duchan, Willy habla con Parodi, buscando convencerlo de aliarse y organizar planes para el momento en que salgan en libertad. En las celdas de castigo, el Uruguayo tiene sexo con Mariana (Mariana Aria), la esposa travesti del Willy, mientras éste planea junto al Cabezón el asesinato de Rod Stewart (Rubén Noceda), el segundo del Turco. Lorena busca a Edith, quien se ha mudado a una casilla en la villa, en donde la abogada llega a ver un altar umbanda. Luego visita a Ulises, acusándolo de ocultarle datos sobre la muerte de Gisella, y preguntándole si él fue su asesino o no realmente.
Astrada requisa a Galtieri y lo arresta por 20 días debido a las irregularidades de los últimos días, y se descarga encerrándose con la banda de Willy en una celda y golpeando brutalmente a varios. Mientras, los hombres de Willy son trasladados al pabellón de máxima seguridad, donde el capo es el Seco (Alejandro Urdapilleta), y el celador Castillo (Santiago Ríos) habla con el Perro y Chocolate (Marcos Martínez) para organizar un robo. En su nuevo pabellón, todos se sorprenden por el orden y la limpieza de la banda del Seco, mientras Willy busca imponerse nuevamente, colgando su retrato con soberbia. Los demás hablan a sus espaldas, cada vez más hartos de las actitudes de Marmotta, que confronta al Seco y lo desafía. En el departamento de Parodi, Lorena comienza a leer libros de brujería y magia, buscando nexos con lo visto en los últimos días. Aunque sus hombres quieren sangre, el Seco los convence de darles una oportunidad a los nuevos compañeros de pabellón. Esa noche, tanto Lorena como Edith hacen rituales maldiciendo a Pablo Bisnia, que es asesinado mientras intenta escapar del país en avión. El Seco busca darle una lección a Willy, y se arma una lucha con cuchillos entre las bandas de ambos, en donde muere el Chileno Ernesto. Victoria y Lucía dejan el país en avión, seguiendo el consejo de Pablo Bisnia.
En la escena inicial, Mauricio (Patricio Pepe), hermano de Victoria y ex socio de Parodi y Bisnia, recuerda en sueños la noche en la cual, drogados y borrachos, él y Ulises asesinaron a Gisella Costa a cuchillazos como parte de un rito umbanda. Lorena visita a Ulises y le revela la muerte de Pablo, sintiendo que fue una consecuencia del “trabajo” de brujería que ella hizo. El Seco organiza con el celador Castillo (Santiago Ríos) un robo a un restaurante, el cual es realizado por el Perro y Chocolate (Marcos Martínez). Mientras, Edith se reúne con el tío de Parodi (Fernando Caride) y le anuncia que para prolongar la abundancia, Ulises deberá sacrificar a su propia hija. El Seco coloca somníferos en el vino de Willy y sus hombres, y esa noche asesina a su esposa y posteriormente la capa. Luego, lo tortura con una porra medieval, un facón e incendiándole el rostro.
Astrada encarcela a Castillo por los errores cometidos durante el asalto del Perro y Chocolate. Mientras, Willy es llevado a la enfermería, con medio rostro quemado y al borde de la muerte. El Seco le exige a Parodi, ahora transformado en jefe de la banda de Willy, que permita que sus hombres hagan justicia, asesinando al celador Castillo. Mientras, Lorena visita al tío de Ulises, quien resulta ser un importante diputado nacional, Durán Gaetano, y le revela que está al tanto del culto umbanda que preside. Cruzando todo el penal por las azoteas, la banda de Parodi llega al pabellón VIP, donde descuartizan a Castillo. El Seco recibe a su socio David Resnoff (Gastón Pauls), con quien planea una revolución mesiánica desde las cárceles, y finalmente se devela el amor entre ellos. Se averigua que Marmotta ya llevaba bastante tiempo con su condena cumplida. Escoltado por los celadores, y con medio rostro y los brazos cubiertos por vendas, Willy se despide de sus viejos compañeros de pabellón y sale de la cárcel, mientras suena de fondo la banda de sonido de “Liberen a Willy”.
Lorena es recibida en la secta umbanda por Edith, y Mauricio traslada a Lucía hasta la casa de campo en donde se realizará su sacrificio, donde la recibe Durán Gaetano. Luego, la abogada lleva a su madre de compras, disfrutando el dinero entregado por la secta. En su lujoso yate, David recibe a traficantes estadounidenses de armas, para luego asesinarlos. En el parque de la casona de Durán Gaetano, se realiza la ceremonia de iniciación de Lorena, en donde es violada por Durán Gaetano y por Mauricio y luego apuñalada por toda la secta, y finalmente es arrojada a una pileta repleta de pétalos de rosa. Luego, el diputado secuestra a Ulises con complicidad de los celadores, y lo confronta en la azotea de un edificio, mientras Mauricio retiene a Lucía con un cuchillo. Durán Gaetano exige a Ulises que sacrifique a su hija para limpiarse del daño realizado. Ante su negación, ordena a sus hombres que lo devuelvan a la cárcel. Los presos reciben visitas en el patio del penal: el Uruguayo conoce a su hija y se reconcilia con su novia, mientras que el Cabezón se entera de la muerte de su madre.
Un año después, una secuencia de noticieros muestra que hace diez días ha estallado un motín en la cárcel de Buenos Aires, organizado por la célula terrorista Agustín Tosco Propaganda (ATP), dirigida por el Seco y David. El motín tiene un efecto dominó, extendiéndose por todo el país y causando acuartelamientos en las fuerzas armadas. Llega al penal el grupo de élite del Coronel Ricardo Lanza (Carlos Weber), quien desplaza a Astrada y se pone a cargo de la situación. Mientras, Willy es invitado a un programa periodístico en donde están hablando sobre el motín, y termina golpeándose con invitados del público y con los conductores. Lanza enfrenta al Seco en un pasillo de la cárcel, y ordena a sus hombres que lo acribillen. Durán Gaetano es secuestrado por miembros de la ATP, y los amotinados logran ganar la azotea del penal para colgar la bandera de la agrupación de la chimenea del edificio. Luego, negocian la liberación de los heridos a cambio de soltar a dos de los diputados secuestrados. Lanza anuncia a la prensa que el Seco fue asesinado por sus propios compañeros, buscando desmoralizar a los amotinados. David reacciona furiosamente y dispara en la sien de Durán Gaetano. Finalmente, por la noche, la Policía ubica el sótano donde se ubica el cuartel del ATP y asesina a David. Los amotinados intentan ganar el patio, pero los oficiales se colocan en pelotones de fusilamiento y disparan a mansalva a medida que los presos van saliendo por las distintas puertas. Lanza ordena la quema de la bandera del ATP colgada en la chimenea.
A la mañana siguiente, Lanza recibe felicitaciones telefónicas del Presidente, mientras ordena a sus soldados que eliminen a los que hayan sobrevivido. Aunque los amotinados comienzan a rendirse, viéndose totalmente perdidos, los militares no vacilan y disparan contra todos. Llega una escuadrilla de obreros que recolectan los cadáveres, pero Chocolate sigue vivo, manteniéndose paralizado para intentar escapar, colgándose bajo el camión donde llevan los cuerpos, pero un celador impide que el vehículo salga a la calle, para evitar que la prensa vea su contenido.
S01E01 14/10/2002
Un lugar en el mundo
VotarEl abogado Ulises Parodi (Germán Palacios) es trasladado a la Cárcel de Caseros para cumplir con una condena de 24 años de prisión, por el supuesto asesinato de Gisella Costa. Su socio, Pablo Bisnia (Daniel Kuzniecka), ha negociado una celda VIP con el director del establecimiento, Astrada (Carlos Roffé), mientras investiga la verdad sobre el crimen. También llegan a la unidad dos nuevos internos: Ernesto (Alejandro Pous), que busca al Chileno, su contacto en el penal; y un anciano condenado por la violación de su nieta (Max Berliner), que son ingresados a un pabellón donde el jefe es el “Willy” Marmotta (Carlos Belloso). El “Uruguayo” (Diego Alonso Gómez) se encarga de secuestrar a Parodi y llevarlo a las manos del Willy, quien planea vengarse, ya que Ulises estuvo a cargo del juicio que lo envió a prisión hace años.