Richard empieza a salir con una doctora que le está tratando de un problema de hemorroides. Pero se atormenta dándole vueltas al hecho de que su nuevo ligue conoce aspectos demasiado íntimos de él. Por otra parte, Sole se siente muy sola, y culpa de ello a Félix. Su hijo, que parece no captar muy bien dónde está la raíz de la queja de su madre, se limita a abrumarla con regalos. Sole, en vez de animarse, se cabrea muchísimo porque se trata de objetos absurdos e innecesarios. Aída, decidida a dar un giro de 180 grados a su anodina y entregada vida, decide tomarse un respiro. Para ello, comienza a salir a divertirse y a intentar entablar amistad con nuevos hombres. Pero parece que ninguna de las citas le sale bien, por lo que la frustración se apodera de su ánimo.
Sole y su vecino, Fonseca (Jaime Blanch), no terminan de entenderse. Mientras la primera pide que la comunidad de vecinos instale un ascensor en el edificio, el segundo (que no tiene ningún interés en esta petición ya que vive en el primer piso) quiere que se cambie la vieja caldera. Un pequeño malentendido hará que Sole convenza a Félix y Aída para que se alíen con ella y le ayuden en su particular cruzada contra Fonseca. Carlota, sumida en una depresión porque no encuentra trabajo, no soporta el golpe cuando el frutero (personaje que encarna Santi Rodríguez) le tima. Gonzalo va a la frutería convencido por su mujer, pero él también es víctima de las malas artes del vendedor. Por otra parte, Diana le pide a Carlota que haga una crítica sincera de su trabajo en la nueva serie en la que participa, pero Carlota no consigue armarse del valor suficiente para decir la verdad. Richard y Félix se han asociado para montar una modesta agencia inmobiliaria y tienen que recibir al primer cliente.
Richard empieza a salir con la hija del productor de la serie en la que trabaja Diana, pero pronto se cansa de ella. Diana, preocupada, se inventa una treta para que el chico vuelva. Blanca, la hija de Félix, va a pasar el primer fin de semana con su padre desde que éste y su madre se separaran. El pequeño de los Gimeno no puede evitar ponerse nervioso, tiene ante sí un auténtico reto: es consciente de que nunca ha sido un buen padre, y la visita de Blanca empezará de una manera desastrosa. Para meterse en el bolsillo a la pequeña, Félix le da unas chocolatinas que la niña come encantada. Pero al día siguiente aparecerá con la cara llena de granitos porque tiene alergia al chocolate y su querido papá lo ignoraba. Afortunadamente Sole está ahí para echar una mano a su inexperto hijo y poco a poco irá asesorándole. Mientras, Carlota empieza a desesperarse porque no encuentra trabajo pero Gonzalo la tranquiliza diciéndole que no tienen problemas de dinero. Sin embargo, la situación es muy distinta, y Félix aconseja a su amigo que despida a Aída para recortar gastos
Richard estropea una importante venta, lo que puede suponer el fin de la amistad entre Félix y él. De momento, Félix toma la determinación de echar a Richard del negocio, así que éste busca trabajo en otra inmobiliaria. Aquí entran en directa competencia por la venta de dos pisos a un mismo cliente (Micky Nadal) y en un mismo bloque de viviendas. Los dos amigos, viendo que no pueden ser rivales de por vida, resuelven su problema a su manera. Por su parte, Diana y Aída van a tener problemas relacionados con la cuestión sexual. La primera por aconsejar a una compañera que “salga del armario” verá peligrar su puesto de trabajo. Y Aída, que por fin ha encontrado un mirlo blanco que la haga feliz, un hombre amable, atento y educado, descubrirá una vez llegado el momento de la verdad, que el susodicho es un desastre en la cama. Todos aconsejan a Aída que le dé una nueva oportunidad, pero ella no quiere.
Diana acaba creyendo que Vero (Eva Santolaria) puede ser su nuevo ligue. Vero, la hermana pequeña de Gonzalo, regresa de Londres después de tener algunos problemillas con su novio y su carácter espontáneo y juvenil enamora a Richard. ¡Y a Diana! Pero ella parece que no se entera.
Nadie se ha acordado del cumpleaños de Sole. Félix intenta remediar su olvido regalándole un álbum de fotos con el que quiere dar un valor sentimental a su obsequio. Y el grupo de amigos decide poner dinero para hacerle un regalo conjunto. Cuando creen que ya tienen recaudado todo el dinero, se dan cuenta de que alguien se ha escaqueado y no ha hecho su aportación. Todos los ojos y las sospechas se dirigen a Richard, quien parece no captar la indirecta. Mientras, Sole, que se niega a creer que Félix haya olvidado su aniversario, descubre un collar y enseguida piensa que se trata del regalo sorpresa de su hijo. Félix, que entiende la decepción de su madre, no encuentra el valor para decirle que se trata de un malentendido y que esa joya no es para ella. Sole no se separa de ella y se la pone incluso cuando se viste con su ropa más informal. Por otra parte, Richard y Félix tienen problemas. La inmobiliaria va de mal en peor, por lo que hay que hacer lo posible y lo imposible por captar nuevos clientes. Uno de ellos tiene una oferta de lo más tentadora: poner en manos de los dos socios la venta de una urbanización. Diana ayudará a sus amigos y para ello utilizará sus dotes de actriz haciéndose pasar por la secretaria de Félix y Richard. Las buenas intenciones no impedirán que Diana se exceda en la interpretación.
Útimamente Diana pasa mucho tiempo con Blanca, la hija de Félix. El frutero le insinúa a Félix que la educación de su hija podría estar en peligro dada la condición de homosexual de Diana. Félix da valor a estas palabras e intenta que Diana y la niña se distancien, algo a lo que Sole no puede dar crédito.
El invitado especial de esta semana es Jesús Hermida. El periodista interpreta el papel de un cliente de Félix que no para de entorpecer su labor con continuos comentarios inconvenientes. Para colmo, el tipo siempre aparece cuando Félix tiene una cita con Clara. Félix recibe la llamada de Clara (Nuria Roca), una antigua novia del instituto. Cuando se encuentran, Félix no da crédito a lo que sus ojos están viendo: la adolescente gordita y sin éxito con los chicos se ha convertido en una espectacular mujer que además parece poseer todas las cualidades propias de la compañera perfecta. Pero Félix acabará descubriendo que a la mujer de sus sueños no le gustan los niños. Por su parte Richard intenta convencer a Gonzalo para que le baje el precio del alquiler. Poco tiempo después, el almacén se incendia y Gonzalo y Carlota sospechan que el autor ha sido él.
Blanca, la hija de Félix, va a hacer la Primera Comunión a la vez que su prima. El ilusionado papá empieza una pugna para que su niña no sea menos que su familiar y se ve obligado a pedir dinero a su madre. Sole, entonces, le dice que no entre en ese juego de apariencias, pero cuando ve la ilusión de su nieta no puede evitar enviar un cheque para pagar el banquete. Por otra parte, Aída ha enviado una carta a una sección de contactos. Richard, Félix y Gonzalo le responden haciéndose pasar por un arquitecto interesado en la camarera. Aída se emociona ante la oportunidad que tiene y los chicos no saben echarse atrás. A la desesperada, fingen que el admirador es argentino, pero Aída parece dispuesta a marcharse a Sudamérica en su búsqueda.
Félix liga en el ascensor con Teresa (Llum Barrera), una chica que pronto cae pesada al grupo de amigos. Cuando Teresa les escucha hablar mal de ella se siente herida y Félix se pone de parte de su novia, exigiendo una disculpa. Richard, que va a pedirle perdón, se queda de piedra: la chica le hace proposiones poco decentes, pero Richard es fiel a su amigo. Más tarde, se lo confiesa a Félix, pero éste cree que lo hace para fastidiar a Teresa. Félix intenta aclarar el asunto con su novia, pero ella decide terminar con la relación. Por otra parte, Diana debe aprender a bailar sevillanas para su papel en la televisión. Gonzalo y Carlota la ayudan.
Sole y Fonseca continúan con su relación a escondidas. Cuando éste le propone pasar las vacaciones en un balneario, Sole no se atreve a contárselo a su hijo. Félix se entera y se enfada, ya que intenta evitar que su madre cometa lo que a su juicio constituye una locura. Entonces Sole, que había decidido quedarse en casa por su hijo, cambia de opinión y opta por marcharse. Por su parte, Aída está preparando el examen para sacar el carnet de conducir y Richard se presta a darle algunas clases prácticas a cambio de que ella limpie su apartamento. La primera lección resulta ser un desastre y Aída termina destrozando el coche de su amigo al intentar entrar en el garaje. Mientras la chica realiza la prueba para obtener el carnet de conducir, el examinador, personaje que interpreta Chicho Ibáñez Serrador, se traga la tapa de un bolígrafo y Aída le lleva rápidamente a urgencias. Este acto de solidaridad será el que le haga conseguir el aprobado y no sus habilidades con el manejo del volante. De otra índole son los problemas de Carlota, quien empeñada en pasar las vacaciones fuera de Madrid, consigue que Diana le regale unos billetes para París que ha ganado en un concurso. Ajeno a los proyectos de su esposa, Gonzalo planea reavivar la pasión de la pareja invitando a Carlota al pueblo donde pasaron su primer aniversario.
Javier Martín visita Siete vidas para timar a Félix. Negociando, el simpático reportero de Caiga quien caiga, le cambia un brazalete de oro por otro falso al hijo de Sole. Cuando la matriarca de los Gimeno lo descubre, hace lo posible por recuperar la pieza auténtica. Pero, en su empeño, se entera de que el timador no es otro que un amigo de Richard, que después intentará revenderle la joya. La crisis matrimonial de Gonzalo y Carlota continúa. Para arreglarlo, él le organiza una cena sorpresa en su casa y contrata a varios mariachis para amenizarla. Pero Carlota lo deja plantado y decide salir con sus compañeros de trabajo. Arrepentida, le pide perdón y monta una fiesta de disfraces para declararle su amor en público. Pero las cosas se lían tanto que Gonzalo, aturdido, llega a sospechar que su mujer tiene un lío con Richard a sus espaldas. Y ella se ve obligada a descubrir la sorpresa. Todo se complica aún más cuando Gonzalo llega a la fiesta y descubre a su mujer muy entusiasmada con Pippo (Boris Izaguirre), un compañero de trabajo muy galante que tiene un gran éxito entre el personal femenino. Cabreado, monta tal escena de celos delante de todos que Carlota decide marcharse. Y se va unos meses de viaje a Lisboa para decidir si quiere que las cosas vuelvan a su cauce o pone punto y final al matrimonio. Félix, por su parte, se da cuenta de que siente algo especial por Diana y trata de explorar su lado femenino como estrategia de seducción. Ella, mientras tanto, hace lo posible por agradar a su última conquista. Así que un día que ve a su chica acompañada de un joven, decide besar a Félix para darle envidia. Y éste, confundiendo las intenciones de su amiga, intenta seguir con la relación.
Paco, Gonzalo, David, Félix, Richard, Diana, Laura, Sole, Aida y Carlota van a disfrutar de una cena de Nochebuena muy singular. Sole está encantada en su papel de anfitriona. Después de mucho tiempo podrá reunir a sus hijos Félix y Paco y a su nieta Blanca. Pero una noche tan especial no podía acontecer sin algún obstáculo de por medio. Blanca finalmente tendrá que cenar con su madre y, Félix, en el último momento decide celebrar las fiestas con ambas. Por si el plantón fuera poco, un temporal hará que la llegada de Paco se haga esperar. Visto este panorama, Sole invita a cenar a Aída, quien podría pasar la noche con la única compañía de un pavo. En lo que respecta al matrimonio de Gonzalo y Carlota está llegando a situaciones insostenibles. A Carlota le ha salido un trabajo en Lisboa y está dispuesta a marcharse porque el tiempo y la distancia le ayudarán a pensar. Para la cena de Nochebuena esperan la visita de David y Laura quienes también tienen problemas para llegar a tiempo. O sea, una Nochebuena llena de sorpresas.
S08E01 19/09/2001
El retorno de Félix
VotarFélix es un hermano de Paco que hace tiempo se fue de casa para casarse con una mujer a la que Sole no soporta. Desde entonces vive fuera de la ciudad dedicado a su trabajo y a su familia. Ahora el hijo pródigo vuelve al hogar contando que se va a quedar unos días por motivos de trabajo. Pronto se descubre que lo que sucede es que su mujer le ha echado de casa. Además, reaparece Ricard (Guillermo Toledo), un viejo amigo caradura y guasón que tiene problemas para pagar a su casero. Gonzalo le presta el dinero que necesita pero se mete en un lío: lo ha sacado de la cuenta que tiene compartida con Carlota sin decírselo y ahora ella lo necesita. Al final Ricard convencerá a Gonzalo para que le alquile el apartamento del bar, que ha quedado vacío. Diana no ha conseguido quedarse embarazada de Paco y está pensando en la inseminación artificial cuando la llaman para ofrecerle un papel en una serie televisiva. Ahora la duda es: ¿bebé o trabajo como actriz?