La investigación policial del atropello de Paloma avanza satisfactoriamente para Juan, pero Isabel está cada vez más preocupada. Belén, avalada por su madre, está a punto de conseguir la hipoteca. Lucía ya no sabe qué hacer para atraer a Yago. Fernando no encuentra local para su oficina y atiende en su casa a los clientes. Los primeros en aparecer son un matrimonio gay que quiere divorciarse.
La calle Desengaño sufre un inusual atasco debido a la construcción de un aparcamiento que obliga a desviar temporalmente el tráfico. Los vecinos protestan por el ruido y Juan Cuesta inicia una recogida de firmas. Roberto regresa de su exilio en Puerto Banús. Fernando contrata a Natalia de secretaria y Mauri se cela. Mientras Vicenta se recupera de la operación, Concha entra en una depresión.
Debido a la sequía, el Ayuntamiento de la ciudad ha restringido el suministro de agua a solo cinco horas al día. Emilio consigue trabajo por las noches de agente de seguridad en un centro comercial y lo oculta a los vecinos. Por su parte, Belén está harta de estar sola. Entretanto, Lucía sigue sin conseguir que Yago le dedique toda su atención.
El Ayuntamiento coloca un banco en la acera justo delante del telefonillo del portal. Los vecinos protestan y le piden a Juan que consiga que lo retiren. Pero Vicenta, Concha y Marisa cambian de opinión cuando se convierte en el lugar de reunión y confidencias de una extraña pareja: una mujer guardia civil y un joven subsahariano que viven un amor imposible.
Los vecinos morosos pagan las derramas y en la comunidad reina la armonía. Como se acerca la Navidad, convocan una cena de confraternización para la Nochebuena en casa de Juan Cuesta. A la cena se apuntan todos menos Mauri. Juan intenta recuperar a Isabel. Mientras, Emilio muestra signos de arrepentimiento por lo mal que trata a Belén.
Para no repetir el caos de Nochebuena, Juan Cuesta prohíbe celebrar fiestas comunitarias. Para Nochevieja, Pedro invita a Belén y le pide que se case con él. Emilio sigue empeñado en que le acompañe en su viaje. Mauri y Fernando se van a una isla en el océano Índico. Mariano compra un pavo vivo a unos laboratorios. Lucía convoca a los tres pretendientes y les comunica de quién está enamorada.
Isabel intenta estimular su vida sexual con Juan Cuesta y acaba metiéndole en un conflicto político-vecinal. Por otra parte, a Mauri se le acaba el plazo para presentar el libro, pero está bloqueado y Mariano se ofrece a ayudarle. La madre de Belén sigue instalada en el piso y va a entrar en conflicto con el resto de las chicas. Mientras tanto, Belén está ocupada con los preparativos de la boda.
Belén empieza su mandato de presidenta de la comunidad con problemas. Mientras, Juan Cuesta intenta ocupar su tiempo libre aprendiendo a tocar el piano. Por otra parte, Roberto se echa novia. Ana encuentra trabajo de modelo y se hace muy popular, lo que va a despertar también los celos de Bea, su pareja.
Belén y Paco preparan sus respectivas bodas, Belén con Pedro y Paco con Lourdes. Sin embargo, la noche anterior a la ceremonia, Pedro le pide a Belén que firme la separación de bienes. Por otra parte, Juan Cuesta le vende el 2º B a Carlos. Carlos ingresa en una secta extraña y el consejo de sabios se une para intentar que salga de ella lo antes posible.
Juan Cuesta instala el internet y los vecinos van a sacar provecho. Mauri descubre un piso que se alquila en el edificio de enfrente y cree que puede ser un buen sitio para que Fernando instale su oficina. Belén entra en contacto con el hijo de Pedro, ahora convertido en único heredero. Emilio ve la oportunidad de sacar un dinero extra acudiendo a las televisiones para contar su historia.
María Jesús cada día tiene más problemas con Belén y empieza a hacerle vudú a Lucía para que le venda su piso. Juan ya no aguanta más y quiere irse a vivir a un adosado, pero ahora son los vecinos los que se preocupan por su marcha, ya que, a fin de cuentas, es él quien siempre les soluciona los problemas. Belén empieza a trabajar de telefonista de asistencia en carretera y le gastan una broma.
Las parejas de la comunidad celebran San Valentín y se envían ramos de flores. Emilio intenta recuperar a Belén, Juan Cuesta a Isabel, Fernando quiere tener un detalle con Mauri y Yago con Lucía. Pero según van llegando los ramos, Emilio se va a hacer un lío con las tarjetas y las cambia todas. Mariano alquila el ático de picadero por horas, no sólo a los vecinos sino también a gente de fuera de la comunidad.
Emilio y Belén consiguen engañar al seguro y cobrar el dinero. Deciden huir y comenzar una nueva vida juntos, lejos de la comunidad de vecinos. Manolo ha vuelto con la intención de recuperar a Marisa, pero ella no quiere saber nada de él. Mientras tanto, Juan sigue en la pensión de Loli, e Isabel, muy arrepentida, intenta hacerle volver. Bea está llena de remordimientos.
S04E01 09/11/2005
Érase un despertar
VotarLos vecinos han iniciado las obras en sus pisos, pero el seguro se niega a pagarles el arreglo alegando que el incendio ha sido provocado. Paloma está despierta en el hospital y aunque no se acuerda de nada, en cualquier momento puede recobrarse y volver a casa. Lucía vuelve de pasar unos días en Málaga donde ha conocido a Yago, un ecologista activo que le hace cambiar su concepto de la vida.