La leviatán moribunda les lleva a un planeta donde están D’Argo, Jool y Noranti. Allí estos ayudan en una excavación arqueológica dirigida por un grupo de la raza de Jool. Los problemas llegan con la aparición de la Pacificadora Grayza. Ésta ha degradado a Scorpius y ascendido a Braca, y también ha convertido a Crichton en su principal objetivo.
Como es habitual, los planes para escapar no salen bien y deben ir improvisando. Mientras Crichton se enfrenta a Grayza, Chiana, Jool y Noranti deben escapar de su cautiverio, y Rygel y Sikozu tratan de que la Leviatan moribunda les ayude. Finalmente consiguen escapar en la nave de D’Argo, pero Jool decide quedarse con los suyos, pues ella no es una fugitiva buscada.
En la nave de D’Argo están pasando mucha hambre. Se ven forzados a aterrizar en un planeta rocoso lleno y volcánico donde aparentemente no hay nada comestible. Sin embargo encuentran una cueva que parece pertenecer a unos mercenarios y Rygel, al intentar robar piezas de valor, los mete en líos. Los demás deben intentar sacar a Rygel y encontrar una forma de salir de la cueva. Al salir al espacio reciben una transmisión de Moya. Por fin podrán volver a ella.
Consiguen volver a Moya, donde encuentran a Aeryn… pero también a Scorpius. Ella le ha dado asilo porque le ha salvado la vida. Scorpius remueve a Harvey del cerebro de Crichton. Unos alienígenas que afirman que Aeryn ha matado a muchos de los suyos aparecen para causar, cómo no, problemas. Crichton debe lidiar con ellos mientras intenta comprender las acciones de Aeryn y soportor la presencia de Scorpius.
Crichton trata de aprender a controlar las apariciones de agujeros de gusano, a pesar de la desesperación de los demás. Mientras están en ello, una especie de planta espacial ataca a Moya y la invade rápidamente. Eliminarla la amenaza supone un gran esfuerzo. Crichton trata de llegar a Aeryn y sacar el tema del embarazo. Ella afirma no saber quién es el padre porque su raza puede retener o retrasar la gestación durante muchos años. Moya y Piloto solitican que se elija un capitán entre la tripulación para así no recibir varias órdenes a la vez. D’Argo es seleccionado.
Crichton vuelve con un cargamento de provisiones y descubre que Moya ha sido tomada por un grupo de cazarrecompensas que van tras la recompensa que Grayza ofrece por él y sus compañeros. Se embarca a escondidas y trata de acabar con los asaltantes, pero sus armaduras son muy resistentes y está en juego la vida de sus amigos. A duras penas consigue resultados, y eso contando con la ayuda de Scorpius, quien descubre que uno de los enemigos es un espía Scarran que trata de llevar a Crichton a su mundo. Finalmente la amenaza es eliminada, y viendo que huir tanto por los Territorios Inexplorados como por el espacio Pacificador es muy arriesgado, Piloto se ofrece a llevar a Moya a través del Espacio Tormentoso, un lugar donde pocos se aventuran a entrar.
En el Espacio Tormentoso es difícil encontrar planetas habitables. El único que hayan no es muy amistoso con su presencia, más aún cuando Aeryn, fuera de sí, mata a varios habitantes, incluido un líder de un clan. Todo forma parte de un plan para desequilibrar el clima de paz, pero con ayuda de los chicos de Moya la cosa se resolverá más o menos bien.
Mientras estudia los agujeros de gusano Crichton es succionado por uno y acaba en el dominio de un alienígena relacionado con los Ancianos. Éste le explica las dificultades y consecuencias del viaje a través de los agujeros: viajes en el tiempo, cambios en las líneas temporales, realidades alternativas… Le explica cómo discernir entre un camino correcto y uno incorrecto. Cuando le deja marchar, Crichton es capaz de llegar hasta… la Tierra.
Crichton consigue que Moya llegue hasta su posición en la Tierra, pero lamentablemente han descubierto que están en el año 1985 y la línea temporal está algo cambiada: el padre de Crichton se va a embarcar en el famoso Challenger que terminó explotando en pleno vuelo. Así pues, intentan que todo vuelva a su cauce. Crichton se encuentra con su familia después de tanto tiempo, pero no puede acercarse mucho a ellos para no ser descubierto. Se ve de joven, ve a su padre subiendo escalones en la NASA (luego IASA), y ve a su madre antes de que una enfermedad acabara con su vida. Los chicos de Moya se enconden en una casa abandonada. Aprovechando que es Halloween puede disimular mejor su presencia, pero se meten en algunos entuertos que deben arreglar. Finalmente todo sale bien y Crichton puede volver a intentar viajar a la Tierra en su época presente.
Crichton llega con sus amigos extraterrestres a la Tierra. Le presenta la tecnología a los científicos y pide que la compartan con todo el mundo, pero los políticos estadounidenses se lo quieren quedar todo para ellos. Pasa tiempo con su familia mientras los demás alienígenas se toman la estancia como unas vacaciones. Un alienígena espía que Grayza introdujo en Moya acaba con la vida de DK y ataca a Crichton y su familia en su casa. Crichton, viendo los problemas que su presencia trae en la Tierra y sobre todo temiendo que razas peligrosas puedan localizarla, decide marcharse para asegurarse de poner a su pueblo a salvo.
Dan cobijo a una joven alienígena que parecía estar explotada por unos mercenarios, pero pronto descubren que es un ser muy peligroso que está alterando las personalidades de los demás y poniendo huevos en alguna parte. Crichton le confía a Aeryn por qué toma drogas: para intentar olvidar sus sentimientos hacia ella, porque si los expone y Scorpius se da cuenta de que la ama podría usarla contra él. Está convencido de que Scorpius sigue tramando algo.
D’Argo, Crichton y Rygel van con Scorpius a un curso de entrenamiento mental. Scorpius cree que así Crichton estará más preparado para enfrentarse a los Scarran. Allí D’Argo enfrentará los fantasmas de su pasado, pues se encuentra con el hermano de su amada sebácea, quien la mató y le incriminó.
Buscando un artefacto que hará que Moya emita señales simulando ser otro tipo de nave, las chicas de Moya se topan por casualidad con un encuentro secreto entre Pacificadores y Scarrans, una reunión que ha planeado Grayza con la ministra de guerra Ahkna para firmar un pacto que evite la guerra. La asamblea no sale bien y las mujeres se ven envueltas en fuegro cruzado. Cuando consiguen llegar a Moya, los Scarran los persigue a pesar de los Estallidos. Mientras buscan una baliza de localización Crichton sospecha algo y ataca verbalmente a Aeryn hasta que se le hace evidente que no es ella y la dispara. Los Scarran la han capturado y la sustituyeron por un bioloide, un duplicado.
Aun conociendo el nombre del lugar donde llevarán los Scarran a Aeryn, la lozalicación del mismo se hace imposible, es un secreto muy bien guardado por aquella raza. Crichton está seguro de que ha oído hablar del sitio en alguna ocasión, y mientras intenta recordarlo se pasa el tiempo viendo documentales que se hicieron durante la estancia de la gente de Moya en la Tierra.
Habiendo recordado que fue en la realidad alternativa que vislumbró entre los agujeros de gusano donde escuchó la palabra Katratzi, el lugar donde Aeryn está presa en manos de los Scarran, Crichton trata de llegar a esa realidad para encontrar la localización de lugar. Es una tarea difícil, pero la resuelve con buenos resultados. Aeryn reza para ser salvada. Un capitán Scarran y una enfermera que trabaja para él la torturan y amenazan con matar a su bebé si no habla, si no ayuda a la captura de Crichton.
Llegan a la estación donde las naves que se dirigen a Katratzi deben ser inspeccionadas. Mientras intentan pasar descubren que el carguero que lleva a Aeryn está también ahí. Fingen la existencia de una enfermedad peligrosa que pondrá el lugar en cuarentena y les permitirá ganar tiempo para idear un plan para liberar a Aeryn. Una vez liberada y huyendo en Moya, Harvey, el clon de Scorpius, reaparece en la mente de Crichton exigiéndole que vuelva a rescatar para Scorpius, que gracias a una remodelación el clon le ha transmitido todo el conocimiento sobre los agujeros de gusano.
Llegan a Katratzi. Crichton irrumpe en plena asamblea entre Scarrrans y Pacificadores con una bomba nuclear bajo el brazo. Afirma que si cualquier cosa le pasa, incluso si el pulso se dispara debido por ejemplo a estar bajo tortura, explotará. Su propósito es conseguir de una vez por todas que todo el mundo deje de perseguirle por toda la galaxia. Venderá la tecnología de agujeros de gusano al mejor postor. El plan es sembrar el caos en la estación enfrentando a los aliados de los Scarran entre sí: los belicosos Charrid y los técnicos Kalish. En el caos deberían poder rescatar a Scorpius y salir por patas, pero no todo sale como esperaban y no consiguen escapar.
El plan de la bomba no sale nada bien: los enemigos han conseguido desactivarla. Crichon entonces opta por seguir una idea de Scorpius: destruir las plantas de los Scarran, pues según él gracias a sus propiedades esta raza es inteligente, sin ellas como alimentos serían meros animales. Por cierto, como era de esperar, Scorpius no sabe nada de los agujeros de gusano, fue un engaño de Harvey para que Crichton le rescatara. Armando otra bomba el grupo se enfrasca en una batalla prácticamente suicida. Encerrados en la cámara de la planta no ven otra opción que salir haciendo túneles con la maquinaria y soltar la bomba cuando supongan que la distancia les permitirá salvarse. Aprovechando el caos huyen a Moya.
Los Scarrans quieren ir a la Tierra, pues un comentario de Crichton sobre sus flores les hace pensar que allí habrá grandes reservas. Crichton decide sellar el agujero de gusano de la Tierra para salvaguardarla de amenazas como esta. En la carrera por llegar antes que los Scarran, Crichton tiene tiempo para despedirse de su padre.
S04E01 06/06/2002
Crichton da patadas
VotarCrichton sobrevive a bordo de una leviatán moribunda y aprovecha su soledad para trabajar en las ecuaciones de agujero de gusano. Su paz se rompe cuando una joven llamada Sikozu aparece siendo perseguida por unos mercenarios. Chiana y Rygel aparecen en un buen momento para servir de ayuda.