Raylan logra capturar a Boyd y acabar aparentemente con sus problemas en Miami. Sin embargo, el vacío dejado por el clan Crowder pronto será ocupado por los Bennett. Esta familia, dirigida con mano dura por Mags Bennett, tiene una larga y tensa relación con la de Raylan y no tardarán en surgir los conflictos.

Raylan y Tim se encuentran persiguiendo a una fugitiva embarazada cuando descubren que ha caído en manos de una red de traficantes de personas. La pareja teme que puedan quitarle el bebé que está a punto de tener. Mientras tanto, Boyd trata de adaptarse a la vida civil como puede.

Dewey Crowe regresa a Harlan y trata de hacerse con un cargamento de droga. El autobús escolar que transporta este cargamento, sin embargo, es secuestrado y el hombre trata de hacerse pasar por Raylan Givens para recuperarlo. El incidente se salda con un asesinato.

Cuando el cuñado de Rachel se escapa de forma violenta de la casa de rehabilitación, Raylan se ve obligado a buscarle y traerle de nuevo.

Raylan intenta con todas sus fuerzas atrapar a un peligroso asesino. Mientras, Boyd está tramando un importante robo con nuevos socios, que resultarán ser unos traidores.

Winona es víctima de un atraco en un banco. Raylan empieza una búsqueda sin tregua para atrapar a los culpables antes que nadie y darles su merecido.

Cuando Winona se da cuenta que Raylan no ha recuperado lo que ella perdió en el atraco bancario, le pone contra las cuerdas. Mientras tanto, Boyd encuentra un nuevo trabajo adaptado a sus habilidades, en la mina de carbón.

Raylan tiene que proteger a un alto ejecutivo de la mina de carbón que intenta comprar unas tierras para su compañía, cosa que no gusta nada al clan Bennett.

Mientras los responsables de la mina de carbón hacen un último intento para negociar con el clan de los Bennett, Loretta empieza a atar cabos para descubrir lo que los Bennett le hicieron a su padre.

Winona empieza el proceso de divorcio y esto provoca que Raylan se plantee su futuro como marshal. Mientras tanto, Dicky Bennett se pone en contra del nuevo negocio que su familia quiere empezar con Boyd Crowder.

Raylan intenta descubrir quien intentó asesinarle, pero su investigación le lleva a unas pistas que hubiera preferido no saber. Mientras tanto, Dicky sigue enfrentado al nuevo negocio de tráfico de marihuana del clan Bennett.

Mags Bennett se ve obligado a tomar una decisión que podría poner a uno de sus propios hijos en peligro de muerte. Mientras tanto, Raylan intenta encontrar a Dicky tras el asesinato de Helen.

La tensión entre los Bennett y los Crowder llega a su punto máximo de tensión y el resultado es un baño de sangre. Loretta vuelve para vengar la muerte de su padre.