Antonio Recio acepta acoger inmigrantes en el edificio para negociar la multa que le han puesto a la comunidad por la contratación ilegal de Ongombo. El problema es que miente a la asistente social diciendo que hay pisos vacíos. Bruno propone a Enrique vivir juntos. La convivencia no será bien vista por los vecinos.

Antonio, celoso por la amistad de Enrique y Bruno, busca unos okupas para que se instalen en el piso vacío de este último y provocarle un problema con los vecinos. Menchu decide pasar por el polígrafo a todos los vecinos para descubrir quién la delató. Fermín, muy preocupado por Lola, intenta que su hija rehaga rápido su vida organizándole citas por Easydate.

Fermín quiere que declaren al espeto patrimonio de la humanidad y lía a Antonio para que se unan y convencer a los funcionarios de la UNDESCO. Enrique y Bruno empiezan a hacer vida de solteros y un día de marcha conocen a una atractiva mujer, Candela, que pondrá a prueba su amistad.

Bruno anima a Enrique a hacerse una revisión y le detectan el virus del papiloma humano. La noticia llega a los vecinos y alerta a las que han tenido relaciones con él. La psicosis del virus se extiende por el edificio. Vicente recibe una llamada: cierran el asilo de su madre. Fermín, que se entera en ese momento de que está viva, se empeña en acogerla en casa.

Bruno propone a Enrique hacerse veganos. En un curso de cocina, Enrique conoce a Malena, una fundamentalista que hará que Enrique abrace patológicamente esa religión. Berta propone un viaje a Antonio, pero éste, que sospecha que su mujer le está engañando, declina el plan y empieza a seguirla para descubrir al amante.

Lupe ha muerto y Menchu tiene un montón de droga. Antonio descubre que están usando el camión de Mariscos Recio y se incorpora al negocio. Entre todos tienen que negociar con el cártel. Ese dinero le puede venir como Dios a la comunidad para pagar la multa de la seguridad social.

El inspector de policía pilla el cártel de Montepinar con la droga, pero les propone encontrarles comprador. Amador empieza a sentirse realizado haciendo el bien en el Banco de Alimentos… hasta que el cártel de Montepinar se cruza en su camino y le complica la vida con Inés, su jefa de diversa funcional.

Carlota quiere una boda por todo lo alto. Amador y Maite se traen a la madre de Ongombo del Congo, pero descubren que en España no la operan de su cardiopatía, a no ser que sufra un accidente cardiovascular. Antonio y Berta se encuentran en la carretera a un perro y Berta se lo lleva a casa en lo que encuentran a su dueño. El perro se acaba convirtiendo en el mejor amigo de Antonio.

El proceso de expropiación de Mirador de Montepinar sigue adelante ante la perplejidad de los vecinos, que asisten impotentes al levantamiento de acta. Los Recio intentan arreglar su vida sexual yendo a clases de sexo tántrico. Alba les comunica su deseo de ser madre. Solidarizado con su precaria situación laboral, Bruno contrata a Ongombo como empleado doméstico.

Los vecinos acuden a la plataforma de afectados por las expropiaciones. Enrique ofrece a Bruno entrar en política y le presenta como flamante fichaje del ACDC. Maite empieza a tener problemas con las feministas por el Templo Kundalini mientras ofrece a Amador volver con ella, pero “reseteando”. Amador se ve en las disyuntiva de elegir entre dos mujeres.

Bruno se encuentra a Ongombo desnudo en el baño y le traslada a Enrique el tamaño de su miembro viril. Ambos entrarán en crisis con sus respectivos atributos sexuales. Antonio Recio, harto de disgustos con Dios, decide apostatar y vender su alma al demonio. Yoli y Lola tiran de un aplicación de contactos y acaban conociendo a un hombre que les gusta a las dos, pero que guarda un secreto.

A Antonio se le ocurra que aparezca una fosa con restos humanos en la comunidad para detener la expropiación. Fermín empieza a convivir con Agustín y consolida su romance secreto con Berta. Yoli financiará el debut teatral de Lola produciendo “La gata sobre el tejado de zinc caliente”. Amador sigue adelante en sus relaciones con Irene y Maite, y se le va complicando exponencialmente la vida.

Los vecinos intentan reunirse en el ministerio de fomento con el moroso cabrón. Antonio, harto, decide resucitar a los payasos justicieros y hacerle una visita al vicepresidente del gobierno. Berta, tras consultar con el padre Alejandro, decide romper con Fermín, que a su vez descubre que Vicente se ha echado “novia”.

En junta clandestina, los vecinos deciden investigar a Fina Palomares. Antonio comprueba que el movimiento de los payasos justicieros está calando y provoca que miles de seguidores alteren el orden público en las calles. Coque y Enrique, ante la inevitabilidad de la expropiación, deciden irse a vivir a un pueblo de Soria que regala casas, Peñafría.

Enrique, Coque y Chusa son felices en Peñafría, Antonio, prófugo de la justicia, se presenta en el pueblo. Amador resucita el detective león para intentar encontrar al moroso cabrón. Lola monta un mercadillo para deshacerse de sus muebles ante la inminente expropiación. Agustín se apunta a la idea. Berta y Fermín planean su fuga para empezar una nueva vida juntos en la Costa del Sol.

La policía se presenta en el edificio para desalojar a los vecinos, que se atrincheran. Fina escapa de su cautiverio en el búnker. El retorno de Antonio hace dudar a Berta de su fuga con Fermín. Amador, descubierto por Maite y abandonado por Irene, se plantea el suicidio.