La relación de Carrie y Jack se está desarrollando perfectamente, las primeras citas son casi perfectas y están llenas de apasionadas manifestaciones públicas de su cariño. Desafortunadamente, después de una noche de “sexo tranquilo”, Carrie descubre que la pasión que los comparten no se traslada a la cama.
Para celebrara el último anticipo de su libro, Carrie lleva a Berger de compras a Prada donde le regala una camisa muy cara. Más tarde se enteran de que el editor de Berguer ha disminuido sus posibilidades y Carrie se siente culpable por haberle restregado su éxito por la cara.
A Carrie le mandan de la revista a que investigue el último pasatiempo que se ha puesto de moda en la ciudad de Nueva York para las mujeres solteras: un trapecio suspendido en el aire. Sin embargo, Carrie se ve incapaz de probar por ella misma tal exótico pasatiempo, por lo que permite que su instructor la proteja.
Charlotte les cuenta a las chicas que está comprometida con Harry. Todo parece ir muy bien, tiene un novio fantástico y un anillo de compromiso enorme, sin embargo Charlotte no está muy emocionada porque es su segundo matrimonio y esta boda no la quiere celebrar tan a lo grande como la anterior. En cambio después de una fiesta con las chicas, cambia de opinión y se vuelve a emocionar con la celebración Miranda lleva ya un tiempo compaginando la maternidad y su carrera y descubre que esto la ha cambiado. Por fin puede meterse en los vaqueros que tiene desde 1985 y que nunca pudo volver a usar, y además es capaz también de hablar con el tipo de hombres que antes la asustaban. Está optimista y vuelve a tener una perspectiva positiva de la vida.
A Carrie le mandan de la revista a que investigue el último pasatiempo que se ha puesto de moda en la ciudad de Nueva York para las mujeres solteras: un trapecio suspendido en el aire. Sin embargo, Carrie se ve incapaz de probar por ella misma tal exótico pasatiempo, por lo que permite que su instructor la proteja.
Carrie va con Standford a una fiesta de su amiga Kira. Deben quitarse los zapatos antes de entrar, porque es parte de las normas de la fiesta, pero al salir descubre que le han robado sus nuevos “Manolos”. La anfitriona, Kira, dice que paga por los zapatos perdidos, pero cuando Carrie le dice cuánto costaron, ella se arrepiente y no puede costearlo. Miranda tiene tres problemas: su hijo está enfermo, hay una casa vacía en su edificio y además echa en falta la compañía masculina. Esto lo resuelve una misma persona: el Doctor Robert Leeds, que curará a Brady, será el nuevo vecino, y además tendrá un romance con Miranda.
Carrie recibe una grata sorpresa cuando su novio del instituto, Jeremy, la telefonea para ir a cenar. Ambos dejaron de salir hace años pero la química que existía entre ellos les lleva a conectar otra vez. Todo parece ir de maravilla hasta que revela una información un tanto peculiar. Jeremy se encuentra en la ciudad por que tiene que ir a una institución para enfermos mentales
Big ha vuelto a la ciudad, pero desafortunadamente lo hace para realizarse una operación delicada. Carrie no reacciona muy bien ante esta noticia y cada vez que sale el tema se pone a llorar. Mientras tanto, Miranda trata de encontrar la mejor manera de presentar a su nuevo novio, el doctor Leeds, a Steve. El problema se soluciona cuando Steve se presenta en el apartamento de Miranda justo cuando está con su novio en la cama.
Tras darle muchas vueltas al asunto, Carrie decide que comenzará a acostarse con Petrovsky. Sin embargo, rechaza la sugerencia de Charlotte que considera que en estos momentos una relación entre Carrie y Petrovsky no llegaría a ningún lado. La pareja, finalmente, pasan una maravillosa noche juntos, pero a la mañana siguiente Carrie se queda petrificada al descubrir que el apartamento de su amante sirve también como su oficina.
La relación que mantienen Carrie y Petrovsky continúa desarrollándose de forma normal. Sin embargo, hay algo en ello que le preocupa a Carrie. Petrovsky no se corta un pelo a la hora de mostrar su afecto por su pareja y constantemente le compone canciones de amor y la invita a sesiones de lectura de poemas. Pero todo eso es demasiado para una chica de Nueva York como Carrie.
Petrovsky continúa demostrando su confianza en Carrie y llega a enseñarle el código de de acceso y las llaves de su apartamento. Además, le confiesa que es padre de una hija de 22 años llamada Chole que vive en París. Mientras tanto, Miranda y Steve se van de luna de miel, que no resulta muy relajante por los numerosos aparatos que distraen a Steve.
Carrie finalmente se las arregla para concertar un encuentro entre su nuevo novio, Petrovsky, y sus amigas. Para ello aprovecha una cena que Petrovsky ha organizado para un pequeño grupo. Aunque la velada resulta agradable todo el mundo se da cuenta de que hay algo de tensión flotando en el ambiente.
Antes de marcharse a París, Carrie se encuentra con Big delante de su apartamento y le pide que quiere que salga de su vida definitivamente. La ya señora Bradshaw celebra una última cena con Samantha, Charlotte y Miranda. La situación no deja lugar a dudas: las cuatro saben perfectamente que la ausencia de Carrie va a cambiar sus vidas.
Carrie ha quedado con la ex mujer de Petrovsky para tomar algo, pero por unas cosas u otras el esperado encuentro no tiene lugar. Carrie se entera que Pretovsky y Juliet lo dejaron porque él hacía más caso a su trabajo que a ella. Cuando por segunda vez Petrovsky deja a Carrie sola en París, este empieza a preguntarse si no se verá obligada a seguir los pasos de Juliet.
S06E01 22/06/2003
Al mercado, al mercado
VotarCarrie finalmente consigue establecer una cita con su colega autor Jack Berger, pero la situación pone a Carrie tan nerviosa como eufórica. Ella teme estropearlo todo teniendo una cita pésima, y así condenar la futura relación.