La agente Harlee Santos, una madre soltera que vive en Nueva York, comienza a trabajar para el departamento de lucha contra la corrupción del FBI. Al mismo tiempo se ve implicada en un caso de sobornos a otros policías.

Harlee, paranoica y llena de culpa, sugiere a Wozniak hacer la prueba del polígrafo a todo el equipo – un plan que resulta contraproduncente.

Cuando Tess mueve un cuerpo, estropeando así una investigación de asesinato, Harlee actúa como intermediaria para comprar algo de tiempo con el FBI.

Wozniak envía a Harlee a hacer un mandado que revela nueva información acerca del gran trabajo y le proporciona evidencia incriminatoria al FBI.

Un enfrentamiento con un traficante de drogas amenaza con exponer el secreto de Wozniak; Harlee comienza a espiar a Stahl en defensa propia.

Cuando las sospechas de Wozniak se vuelven a Saperstein, Harlee debe hacer todo lo posible para protegerlo; Mientras tanto, el ex de Harlee le pide un favor.

Cuando Saperstein se aferra a la vida, Harlee lucha para protegerlo de Wozniak, quien se debate entre su conciencia y la necesidad de terminar el trabajo.

Mientras la lealtad de Harlee hacia Wozniak se tambalea, el equipo cobra venganza contra un par de policías abusivos.

Mientras el equipo se enfrenta con la muerte de Saperstein, Harlee y Wozniak recogen un paquete para el plan maestro que resulta ser un hombre secuestrado.

Harlee y Wozniak conocen más detalles sobre el plan maestro, incluyendo quién está detrás de las cuerdas, y Miguel contacta a Cristina.

Los inesperados acontecimientos obligan al equipo a improvisar un nuevo plan durante el robo del camión blindado.

Cuando el botín es robado, Harlee y Wozniak deben enfrentar las consecuencias, mientras que Loman decide con quién está su lealtad.

Mientras Stahl se apresura a evadir su arresto, Harlee y Wozniak hacen tratos desesperados para salvar a los que más les importan.