Cinaglia aguarda los resultados de su campaña política, el Samurái reafirma su control sobre Aureliano y Lele, y Spadino hace una jugada maestra para lograr el poder.

Livia se convierte en peón y objetivo en la lucha entre Spadino y su madre. Sara busca un nuevo aliado en el Vaticano. Cinaglia se arriesga a desobedecer al Samurái.

Aureliano jura vengarse. Angelica trata de ayudar a Spadino. Cristiana sospecha cada vez más de Lele. El Samurái apremia a Sara para que reubique a los refugiados.

Tras la deserción de Cinaglia, el Samurái y él afrontan las consecuencias. Adelaide busca controlar la droga en Ostia. Lele recurre a Sara para lidiar con el Samurái.

Cinaglia confabula, el Samurái intenta ganarse a una aliada y silenciar a otro. Aureliano pretende recuperar el control de los bajos fondos de Ostia a toda costa.

Nuevas alianzas cobran forma mientras las antiguas se desmoronan y la sangre inunda Ostia cuando la tensión entre bandos desemboca en una guerra por la droga.

Tras los violentos sucesos, Cinaglia se reafirma en su despiadado plan, Aureliano y Spadino hacen un trato, y Lele sufre la ira del Samurái.

A medida que las elecciones se acercan, el Samurái va perdiendo su poder, Aureliano recurre a Nadia, Spadino es víctima de un chantaje, y Lele toma una fatídica decisión.