Prisionera del líder de una secta desde que era adolescente, Kimmy es liberada después de 15 años. Lo primero que decide hacer es mudarse a Nueva York.

Kimmy tiene que organizar una fiesta infantil de cumpleaños decente para conservar su trabajo con los Voorhees.

Kimmy y Jacqueline intentan ocultar sus pasados. Por su parte, Titus le miente a Lillian sobre el dinero para poder pagar unas fotografías.

Kimmy tiene una experiencia reveladora cuando Jacqueline le presenta a su cirujano plástico. Titus audiciona para el papel del Hombre Araña en un musical.

Cyndee, excompañera de búnker de Kimmy, la visita con su nuevo novio Brandon, a quien Titus saca del clóset de inmediato. Charles intenta ligarse a Kimmy.

Las clases de Kimmy resultan menos educativas de lo que esperaba. Lillian y Titus graban un video musical… en la casa de Jacqueline.

Jacqueline le pide a Kimmy que la ayude a planear una cena donde pueda confirmar si su esposo, Julian, la engaña.

Kimmy estudia para un examen de matemáticas con su compañero de clase Fa-lo. Jacqueline cambia de idea sobre el divorcio.

El cumpleaños 30 de Kimmy resulta no ser una celebración de adultez tan divertida como ella esperaba.

Kimmy está dividida entre dos hombres e intenta no hacer tonterías. Titus encuentra una forma alternativa de asesorar su actuación.

Titus no puede evitar ver por internet el juicio del carismático secuestrador de Kimmy. Mientras, Kimmy se vuelca en el ejercicio para no testificar.

Kimmy y Titus vuelven a Durnsville, Indiana, para que Kimmy testifique contra el Reverendo Wayne, solo que el viaje no sale del todo bien.

Kimmy se queda atrapada en Durnsville. Jacqueline vuelve a sus raíces cuando ella y Lillian conducen hasta Indiana para encontrar a Kimmy.