Una película biográfica épica, donde se muestra más los aspectos dramáticos que forjaron la vida del Gran Khan, no exenta de dosis de batallas, sangre y muertes. El joven protagonista se ve desde el principio sumergido en un mundo de traiciones, muerte y esclavitud. Sin dejar de lado que contaba con un carisma tan avasallador que muchas veces se libró de problemas con el solo hecho de presentarse y hablar con sus iguales. A todo esto debemos añadir una hermosa historia de amor entre Temüdji y Börte que nada le pide a las occidentales, dejando en claro que como estas, no puede estar libre de amarguras, desdichas y separación. Y es que que seria de un gran hombre si no tiene a una pareja que lo apoye en los momentos más cruciales de su vida. El personaje de Börte es una mujer valiente, hermosa e inteligente que en cada ocasión que le es posible, demuestra de una y mil maneras el amor que tiene por Temüdji, siendo correspondida de igual forma por este. En cuanto al área de fotografía, cumple y dislumbra con creces lo mostrado en pantalla; dejando claro que a muchas producciones hollywoodenses apenas son un vestigio de belleza en cuanto a la toma de planos paisajistas se refiere. En el área musical, los encargados son el grupo Altan Urag, una banda de Folk-rock mongol que compuso canciones basadas en ritmos vocales de gran fuerza sobrenatural que van muy bien con las emociones y los paisajes descritos en la película. Elevando así el nivel de la experiencia que se vive con la película. El único inconveniente seria que por momento la película pareciera que durara más allá de los 126 minutos, además de que a muchas personas les desagrada este tipo de producciones, en caso contrario es una enorme y grata recomendación para ver que este mundo esta poblado de historias y personajes más ricos y variados que los mostrados normalmente en el mundo occidental.