[mh]Jeff Newitt[/mh], uno de los maestros de la animación en stop-motion, realiza su primera película como director, compartiendo crédito con [mh]Peter Lord[/mh], con quien trabajó en [mh]Pollitos en Fuga[/mh] (2000). Con un perfeccionismo notable, los realizadores entregan una animación de vanguardia; su técnica denota la experiencia que los ha formado y con la que se han ganado la atención mundial. Además, sus historias se estructuran con un guión inteligente que desarrolla personajes encantadores. Conjuntamente los elementos de comedia utilizados retoman fragmentos históricos para descomponerlos en carcajadas alrededor de sus 88 minutos. Sin duda, este film es una entrega más de un ingenio aparentemente inagotable, cuya realización es tan personal que refleja el cuidado y la pasión de sus realizadores. El filme es divertido, sólido y cuenta con una cualidad muy importante: Toma a su público en serio ya que no les habla como tontos, no hay chistes fáciles y/o estúpidos y cuenta una historia entrañable de ambición y redención. Además de contar con una selección musical que hará que te levantes de tu butaca por el puro gusto de tararear alguna de las canciones utilizadas en la cinta. Cualquiera que sepa lo mínimo sobre animación stop-motion sabe que pocas cosas requieren tanta paciencia, y aquí, sumado el tiempo de producción y la década y media en que estuvo en el tintero, es muy claro que vale la pena esperar por ese gran botín.