Disparos, gente saltando, extremidades cortadas, salvajadas y fantasmadas a montones, esto es Machete. No busques guiones elaborados, no busques grandes diálogos. Lo único que te va a ofrecer esta película es lo único que te deberia de importar para verla: entretener. El elenco de personajes, la banda sonora al estilo setentero, los guiños a tiempos pasados, todo queda ligado en un film que Robert Rodriguez ha sabido adaptar desde un simple trailer a la perfección.

El director Robert Rodríguez, que también funge como editor, productor, guionista (solo le falta que lave ajeno y haga los tamales) pretende divertirse con esta película, pues en ningún momento debe de tomarse totalmente en serio, por principio de cuentas tenernos una historia donde hay demasiadas vertientes y cada una tiene como protagonista a cada uno de los personajes que hay y que termina por no contar mucho o nada, por otro lado la sangre y la violencia son mostrados de forma exagerada y hasta cierto punto humorística y si le añadimos que todo parece sacado de un catalogo antiguo de películas serie B y serie Z, o sea como coloquialmente se dice: Es un churro, divertido pero no deja de ser churro. No con esto quiero decir que la película es basura pura, solo quiero puntualizar que si quieres ver una gran obra de arte que revolucionara la forma de hacer y ver cine pues mejor busca otra por que Machete solo es un entretenimiento, que raya en lo absurdo, violento, sangriento pero con altas dosis de diversión. En realidad no todo esta perdido pues si la película carece de una trama verosímil se complementa enormemente con el reparto y sus personajes pues aquí figuran actores como Danny Trejo el cual obtiene su primer protagónico, es feo, mal encarado y capaz de rebanar en trocitos hasta a Chuck Norris si este lo mira grotescamente pero que tiene un pegue arrollador con las damiselas, Robert De Niro quien es un senador fascista que desea expulsar a “la plaga de indocumentados”, Jeff Fahey el empresario con no tan buenas intenciones, Jessica Alba una agente de inmigración que decide ayudar a nuestro nuevo héroe, Michelle Rodríguez líder tuerta de la nueva resistencia mexicana, Cheech Marin sacerdote que lo mismo bendice agua que reparte plomo, Don Johnson líder de los caza-inmigrantes, Steven Seagal “narco mexicano” con “alma de samurái” y hasta Lindsay Lohan quien es la hija drogadicta de Booth y se convierte en una monja con armas de alto calibre. Todos ellos actúan bien a pesar de que sus personajes parecen ser solo relleno y hacer lucir al nuevo héroe mexicano: MACHETE o sea Danny Trejo. Otro punto importante es que Rodríguez uso la película como una critica mordaz hacia ambos lados de la frontera México-E.U. donde se encuentran los problemas actuales, por un lado tenemos la violencia emergida del narcotráfico pero por el otro tenemos los problemas de los indocumentados donde no son aceptado por los estadounidenses, ni siquiera por aquellos que en principio fueron también indocumentados. No con ello pretende lanzar una “cacería de brujas” pero si es un cierto llamado de atención a todos los implicados en estos problemas. Pero al final de cuentas la pregunta es ¿Es buena, es mala? En realidad es inclasificable, MACHETE no conoce denominadores tan opuestos, pero de algo estoy seguro es que el reparto no se toma en serio la locura en la que se ven envueltos, por un lado tenemos el talento de Robert De Niro, las bellezas como Michelle Rodríguez y Jessica Alba, el clásico rol secundario de Cheech Marin, y la controversial Lindsay Lohan; todos son guiados al desmadre por Danny Trejo, quien demuestra poder con un protagónico que lo convierte en el Nuevo Héroe Mexicano.