La infancia es uno de los momentos clave de nuestra vida, en ella aprendemos a percibir lo que es bueno y lo malo, y muchas veces para ello los adultos se apoyan en cuentos y metáforas para hacer más aceptable dichos conceptos. Conceptos y metáforas que son plasmadas en esta cinta, la cual se basa en una serie de libros para niños del escritor William Joyce, The Guardians of Childhood. Dicha adaptación corre a cargo de [mh]Peter Ramsey[/mh], funge tanto como guionista como director, [mh]Ramsey[/mh] logra construir un buen guión y lo dota de una calidad de animación impecable haciendo que la trama se vuelva una aventura y llena de momentos de acción con escenarios coloridos y mágicos. Una seria debilidad con la que cuenta la cinta es que muchos de sus personajes, más bien, todos tienen sus orígenes en la tradición y cultura popular estadounidense, algo que puede llegar a entorpecer el llegar a entender las muchas de las referencias que se hacen de los personajes. Pero dada las consecuencias de la globalización muchos conocemos, al menos lo básico, sobre dichos personajes y con ello lleguemos a comprender un poco su función dentro de la trama. Gracias al estilo narrativo, atractivo y ágil como si se tratase de un libro ilustrado puede atrapar la atención del espectador. Pero dejando de lado la brecha cultural que podría encontrarse en [mh]El Origen de los Guardianes[/mh] la cinta es una buena opción para toda la familia ya que cuenta con dosis de comedia, ternura, magia, ilusión y fantasía, un poco de susto y de drama lo que la hacen una película equilibrada y muy recomendada. Sólo puedo decirles que es genial y deben verla, al menos para saber quien es ese Jack Frost.