Los directivos de Marvel Studios conocen de antemano la importancia de esta adaptación pues conjuga en una sola cinta lo “mejor” de sus adaptaciones fílmicas y además intenta que en proceso de adaptación no dejar insatisfechos a los fanáticos de los comics y cintas de superhéroes ya que ello acarrearía funestas consecuencias. Para ello recurren a [mh]Joss Whedon[/mh], creador de series como Buffy, la Caza vampiros, quien escribe y dirige esta cinta; trabajo que no es del todo sencillo pues es una historia tan saturada de personajes, acción y drama. Ante esta complejidad podemos encontrar inevitablemente algunos tropiezos en el libreto como por ejemplo el que el antagonista se comporte de forma ambigua, más bien poco acorde a un villano de su categoría, algunos protagonistas quedan ligeramente relegados por momentos a papales secundarios e incluso parecen meras marionetas de las circunstancias, por otra parte algunas escenas son meras escusas para el lucimiento de uno u otro héroe sin mencionar que el prologo resulta demasiado apresurado y confuso para aquellos que no han tenido oportunidad de seguir de cerca las cintas que le antecedieron, mención aparte es que por momentos la comicidad es notablemente exagerada y saca ligeramente de contexto la trama. A pesar de estas fallas [mh]Whedon[/mh] consigue, hablando a grandes rasgos, una cinta entretenida y satisfactoria para el público, ya sea fanático de los comics, las cintas de superhéroes o el cine en general. Con respecto a los personajes principales y los actores que los encarna podemos mencionar que se demuestra por qué fueron elegidos inicialmente. Por ejemplo el Capitán América y su alter-ego Steve Rogers, encuentra difícil como ha cambiado el mundo pero aun así este corre peligro y por debe defenderlo con su don de mando y habilidades y por ello [mh]Chris Evans[/mh] logra evocar la gravedad de su trabajo. Por su parte Thor, ahora es más responsable y consiente de su poder, hecho que [mh]Chris Hemsworth[/mh] demuestra con su carisma y actitud. Por su parte [mh]Robert Downey Jr.[/mh] se repite a si mismo como el presuntuoso y carismático Tony Stark enfundado en la armadura de Iron Man que finalmente tiene que cuadrarse si desea ser parte de algo más grande que su ego. [mh]Scarlett Johansson[/mh] es estupenda, a parte de sexy, como Natasha Romanoff pues desea saldar todas sus cuentas de sangre pendientes y redimirse en el proceso, [mh]Jeremy Renner[/mh] en este caso es Clint Barton quien demuestra que no hace falta tener súper poderes para poner en jaque por si solo a toda una organización paramilitar. Y por último pero no menos importante tenemos a [mh]Mark Ruffalo[/mh] como Bruce Banner que tiene que soportar a su alter-ego Hulk pero que no desea mostrarlo para evitar provocar más problemas de los necesarios pero que esta dispuesto a soltarlo en el momento justo. Ahora bien, más allá de los personajes y sus historias particulares los espectadores y fanáticos esperan ver las interacciones mutuas entre algunas duplas y por supuesto las escenas de acción. En primera instancia [mh]Whedon[/mh] logra demostrar que conoce a la perfección la mitología de estos personajes, y entiende el lenguaje narrativo de los comics por ello podemos disfrutar y entender el conflicto de liderazgo entre el Capitán América y Iron Man y el choque de fuerzas entre Thor y Hulk, conjuntamente podemos ser testigos de la “relación” que existe entre Natasha y Barton. Por otra parte y mencionando el apartado de las escenas de acción [mh]Whedon[/mh] sabe recrear escenas vibrantes, explosivas y muy emocionantes sin terminar mareando y/o saturando los sentidos del espectador mostrando la acción de forma clara y lógica como algunas películas ya clásicas. Es por ello que recomiendo enormemente T[mh]he Avengers: Los Vengadores[/mh] a todo los fanáticos del cine de acción, superhéroes y de comics. Pero si eres un “hipster” que dice “solo ver películas de arte” mejor ahórranos la molestia de sacarlos a patadas de la función. Nota: Sobre si es o no la mejor adaptación de un comic, ello simplemente radica en la precepción que tenga cada uno de los espectadores.